martes, 16 de septiembre de 2014

LO QUE REALMENTE QUIEREN LOS HIJOS

OIGAMOS A NUESTROS HIJOS

No me des todo lo que pido.  A veces yo solo pido para ver hasta cuanto puedo obtener.

No me des siempre órdenes.  Si en vez de órdenes a veces me pidieras las cosas, yo lo haría rápido y con mas gusto.

Cumple las promesas buenas o malas.  Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.

No me  compares con nadie, especialmente con mis hermanos o hermanas.
Si tu me haces lucir peor que los demás, entonces seré yo quien sufre.

No me corrijas mis faltas delante de nadie.  Enséñame a mejorar cuando estemos solos.

No me grites.    te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mi también y no quiero hacerlo.

Déjame valerme por mi mismo.  Si tú haces todo por mi, yo nunca aprenderé.

No digas mentiras delante de mi, ni me pidas que las diga yo por ti aunque sea para sacarte de algún apuro.   Me haces sentir mal y perder la fe en lo que dices.

Cuando yo hago algo malo no me exijas que te diga el “por que” lo hice.  A veces no yo mismo lo se.

Cuando estés equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.

Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos, ya que porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también.

No me digas que haga una cosa y tu no la haces.  Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas; pero nunca loa que tu digas y no hagas.

Enséñame a conocer a amar a Dios, pero de nada vale si yo veo que ustedes no conocen ni aman a Dios.

Cuando te cuente un problema mío, no me digas “no tengo tiempo par boberías” o, “eso no tiene importancia”.  Trata de comprenderme y ayudarme.


Y quiéreme y dímelo.  A y Mí gusta oírlo decir, aunque tu no lo creas necesario decírmelo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario